Las esporas estrelladas me rodean,
mientras me miro a un espejo de agua,
lleno de luces verdes que me sombrean.
Avanzando sobre el espejo, se va disipando,
y bajo mis pies aparece un reloj de aguja,
que va, poco a poco, el tiempo parando.
Detrás de mí, el amanecer es la Luna,
y delante de mí, se encuentra el mar,
mi nuevo espejo de fortuna.
Me acerco a él, mientras las olas tocan mis pies,
pongo mi dedo sobre la arena y dibujo una sonrisa,
que espero que todo el mundo pueda ver.
Se abren las aguas, me muestran el camino,
mis pasos me conducen a él,
me conducen a otro destino.
Otra vez el espejo de agua, justo delante,
pero con un distinto reflejo de mí:
ya lo he vivido antes.
mientras me miro a un espejo de agua,
lleno de luces verdes que me sombrean.
Avanzando sobre el espejo, se va disipando,
y bajo mis pies aparece un reloj de aguja,
que va, poco a poco, el tiempo parando.
Detrás de mí, el amanecer es la Luna,
y delante de mí, se encuentra el mar,
mi nuevo espejo de fortuna.
Me acerco a él, mientras las olas tocan mis pies,
pongo mi dedo sobre la arena y dibujo una sonrisa,
que espero que todo el mundo pueda ver.
Se abren las aguas, me muestran el camino,
mis pasos me conducen a él,
me conducen a otro destino.
Otra vez el espejo de agua, justo delante,
pero con un distinto reflejo de mí:
ya lo he vivido antes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario